Tratamiento de Ondas de Choque Focales para Calcificaciones de Hombro

Introducción

Las calcificaciones en el hombro, específicamente en el tendón del supraespinoso, son una causa frecuente de dolor y limitación funcional en adultos. Una de las opciones terapéuticas menos invasivas y cada vez más utilizadas es el tratamiento con ondas de choque focales. Esta técnica ha demostrado ser eficaz para reducir el dolor, mejorar la movilidad y promover la reabsorción de las calcificaciones sin necesidad de cirugía.

¿Qué son las Calcificaciones de Hombro?

Las calcificaciones en el hombro se refieren a la formación de depósitos de calcio en los tendones del manguito rotador, especialmente en el tendón del supraespinoso. Se dividen en dos tipos:

1. Calcificación degenerativa: Asociada al envejecimiento y la degeneración del tendón.
2. Calcificación reactiva: Se desarrolla en personas sin antecedentes de lesión, debido a un proceso de reparación anómalo del tendón.

Los síntomas incluyen dolor intenso, rigidez en el hombro y limitación en los movimientos, especialmente en la abducción y elevación del brazo.

¿Qué son las Ondas de Choque Focales?

Las ondas de choque son pulsos acústicos de alta energía que se aplican sobre los tejidos afectados. Se dividen en dos tipos:

• Ondas de choque radiales: Energía más dispersa, indicada para lesiones más superficiales.
• Ondas de choque focales: Mayor precisión y penetración, ideales para tratar calcificaciones más profundas.

Las ondas de choque focales generan un efecto mecánico y biológico en los tejidos, estimulando la regeneración y disolución de las calcificaciones.

Mecanismo de Acción en las Calcificaciones de Hombro

El tratamiento con ondas de choque focales actúa mediante diversos mecanismos:

1. Fragmentación de la calcificación: La alta presión de las ondas desintegra progresivamente los depósitos de calcio.
2. Estimulación de la reabsorción biológica: Se activan procesos celulares que facilitan la eliminación de las partículas de calcio por el sistema linfático.
3. Reducción del dolor: Inhibición de las terminaciones nerviosas sensitivas y liberación de endorfinas.
4. Mejora de la vascularización: Se estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos, favoreciendo la regeneración del tendón afectado.

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