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Tendinopatía de Aquiles: Causas, Tratamiento y Prevención

La tendinopatía de Aquiles es una afección que afecta al tendón de Aquiles, el tendón más fuerte y grueso del cuerpo humano. Este conecta los músculos de la pantorrilla (gastrocnemio y sóleo) con el hueso calcáneo, permitiendo movimientos esenciales como caminar, correr y saltar. Esta lesión es frecuente en deportistas y personas activas, pero también puede afectar a individuos sedentarios por otros factores.

A continuación, se detallan las principales causas, síntomas, opciones de tratamiento y estrategias de prevención de esta condición.

¿Qué es la tendinopatía de Aquiles?

La tendinopatía de Aquiles es un trastorno que incluye una degeneración del tendón debido a la sobrecarga o el estrés repetitivo. A menudo se presenta en dos formas principales:

  1. Tendinopatía no insercional: Afecta la parte media del tendón, generalmente en deportistas.
  2. Tendinopatía insercional: Se localiza en la unión entre el tendón y el hueso calcáneo.

Contrario a lo que sugiere el término «tendinitis», esta condición rara vez implica inflamación; más bien, se trata de un proceso degenerativo, lo que hace más preciso referirse a ella como «tendinopatía».

Causas de la tendinopatía de Aquiles

Los factores que contribuyen al desarrollo de esta lesión incluyen:

Sobrecarga y uso excesivo

  • Entrenamiento intensivo: Aumentos bruscos en la carga de entrenamiento, como correr largas distancias o realizar saltos repetitivos.
  • Deportes de impacto: Fútbol, baloncesto, atletismo y otros deportes con movimientos explosivos.

Factores biomecánicos

  • Pie plano o arco alto: Alteraciones en la estructura del pie que generan mayor tensión en el tendón.
  • Desequilibrios musculares: Especialmente debilidad en los músculos de la pantorrilla o en el core.
  • Técnica de carrera deficiente: Puede generar un estrés innecesario en el tendón.

Factores extrínsecos

  • Calzado inadecuado: Zapatillas deportivas con poca amortiguación o soporte.
  • Superficies de entrenamiento: Correr en terrenos duros o irregulares.

Factores intrínsecos

  • Edad: Con el tiempo, el tendón pierde elasticidad y fuerza.
  • Enfermedades metabólicas: Como diabetes o hipercolesterolemia.
  • Tensión en los músculos de la pantorrilla: Rigidez que aumenta la carga en el tendón.

Síntomas de la tendinopatía de Aquiles

  1. Dolor: Generalmente en la parte posterior del tobillo, empeorando al inicio de la actividad física y después de períodos de inactividad.
  2. Rigidez matutina: Sensación de rigidez en el tendón al despertar.
  3. Engrosamiento del tendón: Puede notarse un aumento en el grosor del tendón afectado.
  4. Sensibilidad al tacto: Dolor al presionar el tendón.
  5. Limitación funcional: Dificultad para realizar actividades como correr o saltar.

Tratamiento de la tendinopatía de Aquiles

El tratamiento combina estrategias para aliviar el dolor, promover la reparación del tendón y prevenir recaídas. A continuación, se describen las principales intervenciones:

1. Reposo relativo y control del dolor

  • Reducir o modificar las actividades que provocan dolor.
  • Uso de hielo para aliviar el dolor y la inflamación tras la actividad física.
  • Analgésicos o antiinflamatorios (si es necesario) bajo supervisión médica.

2. Terapia física

La fisioterapia es esencial para el manejo de esta afección:

  • Ejercicios excéntricos: Como los ejercicios de elevación y descenso lento del talón, fundamentales para fortalecer y reparar el tendón.
  • Estiramientos: De los músculos de la pantorrilla para mejorar la flexibilidad.
  • Fortalecimiento progresivo: Trabajo en los músculos de la pierna y el core para mejorar la estabilidad.
  • Masoterapia y movilización: Para reducir la rigidez y mejorar la circulación.

3. Terapias avanzadas

  • Ondas de choque: Estimulan la regeneración del tejido y alivian el dolor.
  • Plasma rico en plaquetas (PRP): Inyecciones que favorecen la curación.
  • Punción seca: Para tratar puntos gatillo asociados al dolor.

4. Soportes y ortesis

  • Uso de taloneras o plantillas ortopédicas para reducir la tensión en el tendón.

5. Rehabilitación funcional

Una vez que el dolor disminuye, es importante reintegrar actividades deportivas de manera gradual, respetando los principios de carga progresiva y controlando la técnica.

Prevención de la tendinopatía de Aquiles

La prevención es clave para evitar la recurrencia de esta lesión. Aquí algunas estrategias:

  1. Entrenamiento adecuado: Incrementar progresivamente la intensidad y el volumen del ejercicio.
  2. Fortalecimiento muscular: Trabajar los músculos de la pantorrilla, el core y el pie.
  3. Estiramientos regulares: Mantener la flexibilidad de la cadena posterior.
  4. Calzado apropiado: Usar zapatillas deportivas con buena amortiguación y soporte.
  5. Técnica correcta: Corregir patrones de movimiento deficientes, especialmente al correr.
  6. Superficies adecuadas: Evitar entrenar en terrenos muy duros o irregulares.
  7. Descanso: Incorporar días de recuperación en la rutina para evitar la sobrecarga.

Conclusión

La tendinopatía de Aquiles es una afección común, pero tratable, que requiere un enfoque integral para manejar el dolor, restaurar la funcionalidad y prevenir recaídas. Si experimentas dolor en el tendón de Aquiles, busca atención temprana de un fisioterapeuta o médico especializado, quienes podrán diseñar un plan de tratamiento personalizado.

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